JORNADAS LATINOAMERICANAS

Trabajo: “El abordaje vincular-familiar en Orientación Vocacional y Ocupacional. Una nueva propuesta preventiva y terapéutica para afrontar la desmotivación, la inconsistencia de los intereses vocacionales, el fracaso en los estudios y la marginación de los jóvenes”

En este trabajo se presenta un nuevo abordaje terapéutico y preventivo en Orientación Vocacional y Ocupacional a través de los vínculos familiares implementado clínicamente desde 1992 que tiene como objetivo contribuir a la construcción de una respuesta más abarcativa y profunda al gravísimo problema actual de desmotivación, fracaso en los estudios, marginación y violencia que afecta a cientos de miles de jóvenes en la actualidad.

En una investigación sobre Modelos de Autoridad en la Familia y Nuevas sintomatologías vocacionales realizada sobre la base de 158 consultas vocacionales de familias de clase media, atendidas personalmente entre 1999 y 2003 con un abordaje vincular-familiar, cuyos resultados fueron presentados durante el 2003 en dos congresos profesionales de Orientación Vocacional (2) y (3) y durante el 2004 en la Jornada de Investigación de la Fac. de Psicología de la UBA (1), se ponía en evidencia cómo la simetría y la falta de diferenciación de los vínculos actuales entre padres e hijos presentes en el 85% de los consultantes impedía la organización de proyectos vocacionales consistentes y/o su concreción determinando la necesidad de este nuevo abordaje a través de los vínculos familiares..

A pesar de los grandes cambios en la flexibilidad de los roles actuales y la cercanía y demostración afectiva en el vínculo con los hijos, todavía no se ha podido avanzar paralelamente en la construcción de buenos modelos de diferenciación y contención dentro de las familias. Una de las principales razones de esta dificultad es desde mi experiencia clínica como orientadora vocacional y terapeuta familiar, la carencia de apoyos internos de los padres de los adolescentes de esta generación en sus propios padres.

Como producto de secuelas del autoritarismo o separaciones bruscas y pérdidas tempranas dentro de las familias, vividas personalmente o transmitidas de inconsciente a inconsciente por generaciones anteriores, son muchísimos los adultos de esta generación que carecen de la conexión emocional con sus propios padres. El saldo de estas situaciones traumáticas siempre es la desconexión emocional.

Carentes de apoyos internos en la figura de los padres y debilitados por la crisis y falta de protección de un afuera cada vez más inseguro e inestable, los padres se apoyan emocionalmente en sus propios hijos desde edades cada vez más tempranas, buscando la aprobación en sus decisiones y estableciendo vínculos de gran confusión e indiscriminación.

Los jóvenes ubicados por sus padres y madres en un lugar de paridad o de autoridad en el que se les permite el autoritarismo, el maltrato o la falta de respeto quedan inhibidos, desubicados, y atemorizados para poder acceder al mundo del afuera.

A partir de allí es muy difícil interesarse y motivarse por el mundo del aprendizaje, porque “si yo ya sé tanto o más que mis padres, no tengo mucho para aprender”. Entonces los intereses vocacionales resultan frágiles e inconsistentes. El 80.5% de los jóvenes ubicados autoritaria (25%) o simétricamente (60%) en la mencionada investigación presentaban fragilidad y falta de consistencia en sus intereses vocacionales. El 82% mostraba apatía y desmotivación.

Por otra parte al estar ubicados en un lugar de saber tampoco pueden equivocarse, ni permitirse explorar el mundo de las carreras y las ocupaciones, con lo cual viven todo el proceso de elección vocacional con una gran temor al fracaso y una gran hiperexigencia interna. El 82,3 % de los jóvenes se sobrexigían internamente en el momento de la consulta. El permiso para la confrontación de igual a igual los hace engañarse acerca de su verdaderas posibilidades y los deja inseguros y temerosos ante el mundo del afuera. El 74% tenía gran inseguridad y temor al fracaso. La falta de internalización de los padres como figuras protectoras también les provoca la organización de fuertes cuadros fóbicos ante el aprendizaje y el armado de la pareja con el objeto vocacional. El 79% de los jóvenes ubicados autoritaria o simétricamente tenían conductas fóbicas ante el compromiso con una carrera o ante el estudio. El lugar de saber en que están ubicados también les impide aprender, jerarquizar y diferenciar en el estudio y en la vida cotidiana. Esto se traduce en dificultades para la comprensión y manejo de las categorías abstractas de los estudios superiores que se suman a las ya heredadas del colegio secundario. El 65% de este subgrupo presentaban graves dificultades de aprendizaje y el 51% habían abandonado los estudios.

Otra de las mayores consecuencias negativas del modelo simétrico de educación es la desconexión emocional. El 79% del conjunto de jóvenes estaban desconectados emocionalmente en el momento de realizar la consulta. Los hijos con la llegada de la pubertad y adolescencia buscan separarse de los padres a través de la distancia, la confrontación y la desconexión emocional como mecanismos protectores frente a la amenaza de los impulsos propios de esta etapa. Pero si no encuentran buenas barreras de contención y diferenciación por parte de los padres redoblan entonces la apuesta instalando definitivamente estos mecanismos de defensa que debían ser sólo transitorios.

Entonces la desconexión, la apatía, la distancia emocional, la confrontación de igual a igual, la falta de respeto, la descalificación, y la violencia en el vínculo con sus padres, termina por instalarse dentro de sí mismos y por extenderse y reproducirse en el mundo del afuera. A partir de allí no logran percibirse a sí mismos, ni reconocer, ni valorizar, ni jerarquizar, ni libidinizar sus propios intereses vocacionales justamente porque han quedado desconectados .

El circuito de la violencia y la desconexión emocional. Al mismo tiempo que se desconectan emocionalmente de los padres quedan por otro lado mimetizados y sobrecargados emocionalmente con los problemas y situaciones emocionales no resueltas por los mismos, justamente porque no se ha producido una buen proceso de separación e individuación. Esta misma falta de barreras protectoras los deja absolutamente permeables ante la mimetización y el contagio con la violencia del afuera. Esta es en mi opinión uno de los mecanismos de reproducción de la violencia en instituciones educativas y en hogares que no han sido golpeados tan fuertemente por la crisis económica.

El abordaje clínico vincular-familiar en O.V

Este modelo Teórico-clínico en O.V. le permite al orientador un rápido diagnóstico de las condiciones de orientabilidad y una intervención terapéutica para posibilitarla. Para ello realiza una lectura de la posición de simetría o de aprendizaje del joven orientado y un diagnóstico de las posibles dificultades en el desarrollo de los estudios con el objeto de prevenir futuros fracasos y abandonos. A partir de allí promueve paralelamente al proceso habitual de O.V con técnicas activas, de autoconocimiento e información, – en los casos necesarios – una intervención terapéutica y preventiva en el vínculo de comunicación entre él y sus padres para ayudar a los jóvenes a recuperar su posición de hijos y salir de la simetría y la indiscriminación.

La recuperación de la conexión emocional y el respeto por los padres tranquiliza a los jóvenes de inmediato como para poder conectarse emocionalmente, percibir y valorar sus propios intereses vocacionales. La internalización de los padres como figuras protectoras les permite superar sus conductas fóbicas ante el aprendizaje.

El orientador vincular-familiar se capacita para enseñar al joven y a sus padres a comunicarse, a aprender a pedir e insistir, a recuperar un vínculo de diferenciación, excluyendo la violencia y el maltrato de la comunicación. Trabaja con los miembros de la familia que puedan y quieran incluirse. El orientador aprende también a intervenir con los padres en los casos necesarios, para ayudarles a recuperar el apoyo de sus propios padres y dejar de colocar a los hijos en un lugar de suministro del afecto y/o demanda excesiva.

Existen tres modelos de trabajo desde este abordaje vincular-familiar.

Modelo I. Abordaje conjunto de padres e hijos: En el 58,2% de las jóvenes que presentaban nuevas sintomatologías vocacionales,(en la citada investigación), trabajamos en forma conjunta con los jóvenes y sus padres. En algunos casos una sola entrevista vincular es suficiente para permitir la reubicación de los padres y la distensión en el hijo como para poder percibir sus propios intereses. En la mayoría de los casos combinamos el proceso habitual de O.V., con dos o más entrevistas con los padres donde trabajamos el vínculo de comunicación para salir de la simetría y la indiferenciación logrando mejoras substanciales de sus sintomatologías vocacionales en el 90% de los casos.

Modelo II. Abordaje exclusivo con los padres: En el 10.4 % de los casos incluidos en la citada investigación desarrollamos el abordaje vincular-familiar trabajando exclusivamente con los padres para posibilitar el cambio en el vínculo, ya que nos encontrábamos con hijos autoritarios a los cuales no teníamos acceso, logrando mejorías importantes en todos los casos.

Modelo III. Abordaje con jóvenes donde no existe el acceso a uno o ambos padres. En el 31,4 % de los casos en que sólo contamos con el apoyo de uno de los padres, o de ninguno de ellos, trabajamos en base a la persistencia de los jóvenes y de sus madres. En este modelo de abordaje la mitad de los jóvenes interrumpe el tratamiento después de definir sus proyectos vocacionales, sin resolver sus sintomatologías vocacionales más profundas.

Mi planteo en estas Jornadas Latinoamericanas es que la Orientación Vocacional debe ampliar su modo de intervención y realizar una tarea terapéutica y preventiva en los vínculos familiares, para ayudar a los jóvenes a reubicarse como hijos y permitirle al joven la discriminación de sus intereses vocacionales y/o la superación de sus conductas fóbicas ante el aprendizaje y el armado de su proyecto vocacional. Debe hacer uso del rol privilegiado que posee para acceder a las familias en un momento en que sus miembros están mayoritariamente dispuestos a revisar conductas y hacer cambios para prevenir futuros fracasos y abandonos. Para ello el orientador debe estar capacitado para detectar la simetría en los vínculos e instrumentado para intervenir en ellos y poder ayudar a padres e hijos a restablecer un vínculo de diferenciación.

La O.V. desde este abordaje se transforma entonces en una gran herramienta de psicoprofilaxis que puede colaborar a través del enriquecimiento de los vínculos familiares y de sus recursos de comunicación, no sólo en la prevención y tratamiento de las nuevas sintomatologías vocacionales sino también en la prevención de otro gran conjunto de psicopatologías actuales producto de la potenciación entre la crisis social y la falta de contención familiar.

NOTAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Messing, C. 2004 1 “Modelos de autoridad en la familia y nuevas sintomatologías vocacionales. Investigación cualitativa sobre 158 consultas vocacionales” Publicado en las Memorias de las XI Jornadas de Investigación de la Facultad de Psicología: Psicología, sociedad y cultura .29 y 30 de Julio de 2004 .Tomo I Pag. 265-267.
2. Messing. C. 2003 “Las Nuevas Sintomatologías Vocacionales. La Necesidad de un Nuevo Abordaje en O.V. a través de los vínculos familiares. Presentación de una Investigación Cualitativa sobre 158 consultas vocacionales” Trabajo publicado en XII Congreso de Orientación Vocacional : La Orientación Vocacional Interrogada en su Concepción y en su Práctica. Organizado por la UNTREF y APORA. 27, 28 y 29 de noviembre de 2003.
3. Messing. C: 2003. “Investigación cualitativa sobre Modelos de Autoridad en la Familia y Nuevas sintomatologías vocacionales. Presentación de un nuevo enfoque preventivo en O.V. a través de los vínculos familiares”. Trabajo presentado en el Congreso Iberoamericano de Orientación La Plata-Buenos Aires- Argentina en Septiembre de 2003.

-Messing. C : 2000 “¿Porqué fracasan los límites dentro de la familia ? El nuevo rol de la mujer y la salida del modelo autoritario”. Trabajo presentado a la 2da. Jornada Latinoamericana de Psicología Social- 4ta. Jornada de Homenaje al Dr. Enrique Pichon Riviere realizada en Bs. As. entre el 26 al 29 de Octubre de 2000.

-Messing. C : 1999. “La falta de diferenciación entre padres e hijos y las dificultades de adaptación a los estudios universitarios. Propuesta de investigación de la actitud y maduración de los ingresantes”. Trabajo presentado a las V Jornadas Nacionales de Orientadores Vocacionales de Universidades Nacionales: “Transición Escuela-Universidad. El primer año en la Universidad.” Noviembre 1999.

-Messing. C: 1998 “La Fragilidad de los Intereses Vocacionales : Una Nueva Sintomatología social”. Su Abordaje a través de la familia”. Trabajo presentado en el X Seminario Argentino de Orientación Vocacional: Vocación y Trabajo- El Trabajo del Orientador. Organizado por Apora y la Universidad de Palermo en Noviembre de 1998
Otras publicaciones en relación a esta temática
-Messing. C, 2000, “Los jóvenes y su salida al mundo “ Artículo publicado por “La Nación” Estudiantes, Pag. 11, Sección 4, el 2-4-00.
-Messing. C 1999. “Actitudes aprendidas en casa” Artículo publicado por La Nación – Empleos, pag.2 Sección 8 , 26-12-99.
-Messing. C 1999;. “El desarrollo de capacidades y cualidades emocionales” Artículo publicado por La Nación- Empleos, pag.10, el 8- 8 –99.
-Messing. C 1998; “Jóvenes sin capacidad de elegir su futuro” Artículo publicado por La Nación-Estudiantes, pag. 10/Sección 4, el 19–7-98.
-Messing. C 1998 ;“Desorientación vocacional:¿ Un nuevo síntoma de nuestra época?” Artículo publicado por El Cronista, pag.19, el 28 –1-98.
-Navarra G. 2003 “Los Nuevos Problemas Vocacionales” Entrevista realizada a la Lic. Claudia Messing en : La Nación-Psicología . pag.22, 13-9-03.

-Navarra G. 2002, “El riesgo de tratar a los hijos de igual a igual” Entrevista realizada a la Lic. . Messing publicada por La Nación- Sección Psicología, pag.16, el 25-5-02.