VACACIONES DE INVIERNO EN FAMILIA

Hay que aprovecharlas para estrechar vínculos

¿Qué hacer frente al receso escolar, sobre todo este año que son muchas las familias que no podrán salir de vacaciones? Independientemente de los programas que podamos organizar, una de las cosas que los chicos más necesitan en estos momentos tan difíciles y estresantes es, simplemente, estar con sus padres compartiendo situaciones de juego y paseo cuando son pequeños, o simplemente de comunicación cuando son más grandes.

Por eso las vacaciones, viajando o en casa, son siempre una oportunidad para acercarse más a los hijos, para conectarse con ellos y percibir cómo están, cómo se sienten, sobre todo cuando se trata de adolescentes, con los que hoy compartimos cada vez menos espacios cotidianos. Es bueno saber que ellos también aprovecharán las vacaciones para atraer nuestra atención. Y lo harán mediante la desconexión, el desinterés, la apatía, permaneciendo callados y reservados o con malhumor, explosiones y rebeldías.

Para decodificar estos mensajes es importante que los padres aprendan a registrar lo que sienten. Muchas veces absorbemos los sentimientos de nuestros hijos y creemos que son nuestras las broncas, los bajones o el malestar que nos están transmitiendo y nos quedamos pegados , respondiendo enfrentamiento con más enfrentamiento. Si por el contrario aprendemos a darnos cuenta de que son ellos los que se sienten mal, podremos detener esa escalada simétrica y acercarnos para saber qué les está sucediendo.

Otro de los temas centrales de las vacaciones son los celos entre los hermanos. El tironeo, las peleas, e incluso las desconexiones adolescentes son también una forma de atraer nuestra atención, y poner en evidencia la más universal de las emociones humanas. Empecemos por explicar su significado y confrontarlo con la evidencia de nuestro cariño. Podemos enseñarles a descubrirlos y tolerarlos, a expresarlos con humor y, sobre todo, a transformar en inclusión las situaciones habituales de confrontación.

Por Claudia Messing 

La autora es terapeuta familiar de la Organización Vincular.