Orientación Vocacional con Abordaje Vincular-Familiar
A comienzos de los 90, después de participar en la década de los ochenta de todo el desarrollo de la modalidad clínica en Orientación Vocacional con técnicas activas y psicodramáticas me encuentro con nuevas problemáticas para los cuales los orientadores no estábamos preparados. Chicos que querían estudiar pero nada los motivaba verdaderamente, jóvenes que sentían la universidad como una cárcel que les impediría tocar la guitarra o jugar al futbol, o estar con sus amigos; chicos que podían identificar con facilidad sus intereses vocacionales pero quedaban igualmente insatisfechos, y por último jóvenes que vivían su elección vocacional con tal nivel de hiperexigencia como si la vida les fuera en ello. Sin poder plantearse la exploración, la búsqueda, la posibilidad de equivocarse y cambiar su elección. En su conjunto eran chicos que estaban posicionados con sus padres en un vínculo de igual a igual por eso nada les parecía suficiente. Sin embargo cuando recuperaban o reconectaban con su lugar de hijos el tema vocacional se destrababa inmediatamente. Así es como se crea en 1992 la Escuela de Post-Grado en Orientación Vocacional con Abordaje Vincular-familiar para formar profesionales con este nuevo abordaje.
Más recientemente surge el Centro de Orientación Vocacional Claudia Messing que atiende a jóvenes y adultos desde esta perspectiva vincular-familiar.
La recuperación del vínculo afectivo y la conexión emocional con los padres los saca de ese lugar de apatía y desconexión pero también de soledad e hiperexigencia desde donde “tienen que saber y poder”. Les permite sentirse nuevamente acompañados y encontrar la tranquilidad y relajación necesarias para poder reconectarse emocionalmente y percibir todo aquello que quedaba tapado, oscurecido y escondido.
La recuperación del lugar de hijo y el apoyo emocional en sus padres les permite a los jóvenes relajarse y reconectarse emocionalmente consigo mismos como para poder percibir sus propios intereses vocacionales que quedan de lo contrario oscurecidos, tapados y desvalorizados por la hiperexigencia y la desconexión emocional.
La revalorización de los padres como figuras de contención y protección, les permite a los jóvenes valorizar inmediatamente sus propios intereses vocacionales y encontrar una protección frente a las ansiedades fóbicas que el aprendizaje y el compromiso con una carrera les provocan. La recuperación de las jerarquías grande-chico les permite a su vez jerarquizar y seleccionar entre los propios intereses para poder llegar a una decisión.
La Lic. Claudia Messing realiza conferencias, charlas, talleres y asesoramiento a padres e instituciones educativas para la prevención de las nuevas sintomatologías emocionales- vocacionales a través del Nuevo Abordaje Vincular-Familiar en Orientación Vocacional
Es inevitable para los jóvenes trasladar al vínculo con la carrera y el estudio, la misma relación de distancia, enfrentamiento, soberbia, descalificación, desvalorización, desconexión emocional, o por el contrario de respeto y comunicación que mantengan con sus padres.